Pretium significa precio en latín y es el nombre que Berta Valgañón ha elegido para su pequeño proyecto en Cuzcurrita: "Intento poner en valor lo que hicieron nuestros abuelos y bisabuelos". Berta, ingeniera técnica agrícola de formación pero dedicada profesionalmente a la construcción, decidió hace unos años liarse la manta a la cabeza y volver al campo que conoció de niña para cultivar los viñedos que su padre, por jubilación, iba a dejar de trabajar: "Crecí en el pueblo, cuando había veinte o treinta niños, y decidí intentar cambiar las cosas". Berta tenía claro que los mejores viñedos, los más viejos, estaban condenados al arranque y que la pequeña bodega del pueblo —abandonadas la mayoría— correría la misma suerte: "Mi abuelo fue cosechero y mi padre viticultor... y lo que de verdad me convenció fueron las hectáreas de viñedo centenario que conservamos y que estaba segura que se perderían porque apenas producen uva".
La bodeguera arregló el calado del pueblo y comenzó a elaborar y embotellar Pretium, blanco y tinto, con esos viñedos centenarios para una producción de apenas 4.000 botellas, a los que luego unió una producción limitadísima de un varietal de garnacha espectacular y con gran identidad zonal. Berta, que trabaja con 11 hectáreas de viñedo, va poco a poco embotellando sus propias uvas, con un nuevo vino, Berta Valgañón Tempranillo, de viñedos en vaso y con la identidad de la zona más fría de Rioja.
Pretium es una bodega artesanal, con cultivo ecológico certificado y prácticas biodinámicas, muy meritorias en una zona tan fresca y húmeda como los Obarenes, que apasionan a la viticultora y, sobre todo, el sueño de una mujer que creció en esa Rioja histórica, de la auténtica cultura del vino y de la amistad, y que no está dispuesta a renunciar a ella. Hace visitas a los viñedos, al calado y a la zona con un extraordinario patrimonio histórico artístico. Valiente, apasionada, trabajadora (campo incluido)..., un rato con Berta y sus vinos no debería perdérselo.