Bodegas Ilurce: viticultura de principios

Las viejas garnachas y el graciano son la principal identidad de los vinos de esta bodega familiar de Alfaro, a través de los cuales cuentan la historia de su familia embotellada.

La historia del vino de Rioja la escriben viticultores, familias que, de generación en generación, doblan sus espaldas a pie de viña y que, en un determinado momento, deciden lanzarse a la comercialización de sus propios vinos. Es la historia de Bodegas y Viñedos Ilurce, una familia originaria de Grávalos que fundó su primera bodega en Alfaro en 1940. Fue Amador, el abuelo de la actual generación -Inmaculada, Amador y Ana- el que se lanzó a la comercialización y desde el año 2010, los tres hermanos han trasladado a las afueras las nuevas instalaciones. La potencia es denominador común de todos sus vinos, consecuencia de la coherencia de la familia Escudero con la localización de sus viñas -60 hectáreas en Alfaro, con la calidez de la influencia mediterránea y la rotundidad continental de los sierra de Yerga-, así como con su apuesta por las variedades garnacha y graciano.

Espectacular es su vino Ilurce Rosado de viejas garnachas y mención especial merecen también sus dos varietales tintos: dos garnachas con mucha carga sentimental para la familia. Ángel viene de una finca de Yerga que en 1965 plantó el tío de la actual generación tras volver de la 'mili', mientras que el Sueño de Amado es otro varietal de una finca de 1918: “La viña la hincó nuestro abuelo Amador, conocido como Amado, cuando regresó del viaje de novios, aunque ninguno de nuestra familia se acordaba del año exacto. Lo encontramos en el registro del Ayuntamiento de Grávalos y luego corregimos la fecha de plantación en el registro oficial porque figuraba otra posterior”, explica Amador Escudero, viticultor de la familia. Algunos de los sarmientos de dicha plantación los trajeron los abuelos de Requena (como recuerdo de su viaje), destino de su luna de miel tras haber escuchado que se estaba cociendo una nueva escuela de enología puesto que querían que su primer hijo cursara allí dichos estudios.

Ilurce es también una de las bodegas que más trabaja con el graciano, pionera también en su redescubrimiento, por el gran potencial que tiene en la zona. Su último lanzamiento es un espectacular varietal, Sintauto, nacido de una auténtica 'cabezonería' de Amador Escudero para conseguir el material vegetal que consideraba óptimo para su plantación.