Pago de Larrea: identidad familiar

La pequeña bodega de Elciego elabora una completa gama de vinos procedente de su Pago La Romañíguez, una preciosa terraza natural sobre el Ebro

El Pago de Romañíguez, una terraza natural en Elciego sobre el río Ebro que separa la muga alavesa de la villa de Cenicero, fue el principio de esta pequeña bodega familiar de larga tradición vitivinícola. Luis Javier Larrea, padre de la actual generación, fundó en los años 60 del siglo pasado con sus hermanos la conocida Viña Salceda. Antes de vender su participación en el año 2000, adquirió esta finca (17 hectáreas) que fue plantando y replantando pensando en sus hijos y que hoy es la identidad de los vinos de Pago de Larrea.

Luis Larrea gestiona Pago de Larrea, una pequeña bodega en la que colaboran los ocho hermanos de la familia que, desde diferentes ámbitos profesionales, aportan su conocimiento, pero, sobre todo, su pasión por el mundo del vino y este pequeño proyecto familiar. María Larrea, una de las enólogas más reconocidas de Rioja y hermana de Luis, es la responsable técnica de Pago de Larrea, proyecto que nació en el año 2003 y que, con una producción media de unas 100.000 botellas al año, ha logrado una fuerte implantación en Logroño y el norte de España y exportar alrededor del 25% de su producción a los países europeos más conocedores del vino de Rioja: Holanda, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Austria. “Teníamos el viñedo, una finca que nos da muy buena uva, y la ilusión de emprender un proyecto propio”, explica Luis Larrea.

El pago de Romañíguez, originariamente de tempranillo con un poco de garnacha y viura, es precioso y se asienta en unas de las primeras terrazas sobre el Ebro. La familia plantó también graciano en torno a la bodega y hace unos años lanzó un varietal espectacular que cría en barricas francesas de 300 litros durante seis meses. Pago de Larrea elabora también Verderón, un blanco de viura y malvasía de las pocas cepas de blanco que cultivan. El 8 de Caecus hace referencia a los ocho hermanos de la familia Larrea que, en mayor o menor medida, colaboran en la bodega. “Es un vino de vendimia seleccionada, con una producción específica de una parte de la finca, exclusivamente de tempranillo”, explica el bodeguero. La gama más tradicional de Pagos de Larrea -aunque ninguno de sus vinos podría definirse como tal- son los tres vinos restantes de la bodega: el Caecus Joven, el Caecus Crianza y el Caecus Reserva. Hacen enoturismo, con varias propuestas, y con la atención directa de la familia.