Bodegas Alvia: una propuesta diferente

Viñedos viejos y largas crianzas distinguen los vinos de Alfredo Bernáldez, en una bodega por la que discurre el Camino de Santiago

Alfredo Bernáldez construye una historia propia al frente de Bodegas Alvia. Una identidad asentada sobre viejos viñedos, largas crianzas en barrica y botella y una colección de varietales de las principales uvas de Rioja. Bernáldez elabora un conjunto de vinos cargados de originalidad: “Desde el primer momento tuvimos claro que teníamos que hacer algo diferente, que no podíamos ser una más de las 500 bodegas de Rioja”, explica el enólogo. Alvia ha logrado hacerse un importante hueco en el segmento de vinos de calidad supliendo en los mercados exteriores la atonía nacional. “Ni pretendemos ni podemos competir con precio; nuestra apuesta siempre fue por la gama Livius, de vinos varietales, de cepas viejas y con identidad”, explica el bodeguero.

Bernáldez buscó durante años viñedos viejos, con personalidad, propiedad de viticultores históricos a los que ofreció confianza y precio para que cultivaran a su modo con la vista puesta a largo plazo. Ideó una colección de varietales de viura, tempranillo, garnacha y graciano (la gama Livius), invirtió en buenas barricas y lanzó las botellas, con un atractivo y clásico vestido, a mercados internacionales no habituales de Rioja, que hoy compran el 85 % de su producción.

La bodega llegó después, a partir del año 2010 con la compra en Ventosa, en el mismo Camino de Santiago, de unas instalaciones que ha adaptado tecnológicamente y para el desarrollo del negocio enoturístico. Livius Blanco, de viura y malvasía de en torno a los 90 años de edad; Livius Garnacha, elaborado con uvas de cepas viejas del Alto Najerilla; Livius Tempranillo, de una selección de viñedos de entre 70 y 90 años, muchos de ellos localizados en Huércanos, y Livius Graciano, de gran potencia y estructura a la par que elegancia, es la
gama principal de varietales de viejos viñedos de Bodegas Alvia. Uno de sus últimos lanzamientos es un original rosado de viejas garnachas fermentado en barrica y con mucho recorrido por delante. Alfredo Bernáldez trabaja también con una gama más asequible, pensada para la rotación en barra, que ha bautizado como Mileto (crianza y reserva). Si hace el Camino de Santiago no tendrá que desviarse ni cuatro pasos para conocer Bodegas Alvia porque la Ruta pasa por su misma puerta.