Hacienda Grimón: un sueño hecho realidad

El viticultor Paco Oliván construye en torno a sus viñedos familiares casi en la sierra camerana una de las fincas agrícolas más espectaculares de Rioja

Remontando el río Jubera, que se separa del Leza justo antes de la localidad de Murillo y se adentra hacia el Camero Viejo, Paco Oliván, con una larga trayectoria para otras importantes bodegas, ha edificado su sueño en torno a una privilegiada finca agraria en Ventas Blancas, en el entorno de los municipios de Lagunilla y Santa Engracia. Hijo de viticultores, Oliván decidió en 1999 volver a las raíces, aparcar la maleta, los aviones y el coche y reconvertir la finca agraria familiar. Si ha llegado hasta aquí, se encuentra en un entorno privilegiado, ante una viticultura de altura (650 metros de media) prácticamente en los Cameros: "Si el Señor, o quien sea, me da salud para acabar el proyecto estoy convencido de que Hacienda Grimón será una de las fincas más bonitas de Rioja".

No le falta razón a Paco Oliván que, desde que comenzó a invertir en la bodega y el viñedo entierra todo lo que sale en un proyecto absolutamente vital hasta el punto de fijar en Ventas Blancas su residencia habitual con su familia. El viticultor, concienzudo como pocos, ha construido la bodega en torno a unos viñedos que heredó de su padre y comprando y plantando tierras hasta completar 36 hectáreas. Su viñedo principal es Finca La Oración, 18 hectáreas, a la que se accede por un camino de cipreses que sirve de hilo conductor para una finca meticulosamente parcelada por variedades y suelos.

El viticultor trabaja con compostado de oveja, sin emplear herbicidas ni venenos y con muy bajos rendimientos de producción. La bodega elabora doce referencias de vino diferentes, aunque la creatividad no para y seguirá poniendo nuevos vinos en el mercado. Enamorado del graciano, que ya plantó en su estancia en Castillo de Sajazarra, Paco Oliván ha apostado por dos espectaculares varietales de esta uva y de garnacha, que etiqueta con la marca Desvelo -en referencia a la elaboración nocturna con el escurrido de las uvas tras la primera pisada-, y que completa con la gama Hacienda Grimón (jóvenes, crianza y reserva), Finca La Oración, tempranillo del viñedo del mismo nombre, y Labarona, también tempranillo de sus viñedos más viejos con graciano. Ha plantado además chardonnay y sauvignon blanc, aprovechando la altura y las características de los suelos pobres de la finca, y ya están en el mercado los primeros resultados, junto con un espectacular maceración carbónica de las cuatro tintas históricas del rioja: 'Como lo hacía mi abuelo'. Con la ayuda de la enóloga Alexandra Schmedes, al proyecto de Paco Oliván se ha incorporado ya a sus hijas Sara y Alba que garantizan la continuidad.